Nuestra historia y nuestro proceso
Grace & Fire comenzó con una visión: honrar el arte de las mujeres guatemaltecas y al mismo tiempo crear oportunidades de trabajo digno que puedan sustentar a las familias durante generaciones.
Desde nuestro pequeño colectivo de tejidos en los pueblos más rurales de Guatemala, administrado por mujeres, para mujeres y apoyado a través de nuestra asociación clínica, hasta nuestro socio de taller en Antigua, donde los propietarios estadounidenses emplean artesanos del cuero altamente calificados, cada paso de nuestro proceso se basa en las relaciones, el respeto y la artesanía.
Creamos bolsos únicos y exclusivos de la más alta calidad, provenientes exclusivamente de empresas familiares. Desde el hilo hasta el cuero, cada pieza está hecha a mano y elaborada con esmero. Nuestros colaboradores son más que proveedores: son madres, padres y vecinos. Nos aseguramos de que todos nuestros colaboradores tengan no solo un entorno laboral seguro y justo, sino también un hogar seguro con agua potable, alimentos nutritivos y acceso a atención médica para ellos y sus hijos.
A través de asociaciones con empresas éticas y organizaciones sin fines de lucro, nos mantenemos profundamente conectados con las tradiciones y la cultura de las comunidades a las que servimos mientras defendemos la seguridad, el bienestar y la dignidad de todo nuestro equipo.
Para nosotros, construir un negocio implica adoptar un enfoque holístico: considerar con quién trabajamos, cómo lo hacemos y el impacto que dejamos. Nuestra intención es simple pero contundente: brindar a las familias salarios justos, un trabajo digno y la posibilidad de vivir una vida sana y sostenible.
Cada bolso de Grace & Fire lleva una historia de tradición, artesanía y propósito, y cuando llevas uno, también te conviertes en parte de esa historia.
Cada compra crea impacto